Actualmente estamos experimentando una tendencia que está iniciando y que seguramente nos impactará más en los próximos meses y años: los contenidos en 360 grados, en especial los vídeos. Es decir: vivir las imágenes y los vídeos como si estuviésemos dentro de la escena.
Introducción a los 360 grados
360 grados significa, como su nombre indica, la posibilidad de disfrutar de un contenido no solo como lo alcanza una cámara convencional / la vista (el ojo humano percibe casi 180 grados de imagen, pero enfoca sólo una parte de este campo), sino también qué pasa alrededor, encima, debajo. Es decir: 360 grados alrededor del protagonista.
Pongámonos en situación. Imaginemos que nos encontramos en medio de una plaza, admirando un monumento. Al hacerlo, lo que nuestra vista alcanza sería ese monumento y su alrededor, y podemos inmortalizarlo en modo de fotografía con el móvil. Pero tras hacer la foto, ¿qué pasa si giramos la vista hacia los lados? El campo se amplía, pero no podemos disfrutar de más contenidos en esa foto con el móvil.
Las fotos panorámicas, que tan de moda se han puesto, son una recreación parcial de 180 grados: la superposición de fotos en una gran foto horizontal para facilitarnos la percepción de un mayor campo visual. Pero los contenidos en 360 grados van más allá: se puede ver también lo que pasa detrás de la cámara, arriba y abajo.
El ejemplo más claro y conocido es el de Google Street View. Los vehículos de Google que recorren las calles y carreteras de todo el mundo (incluso monumentos) realizan fotografías en 360 grados, de tal manera que los usuarios pueden ver lo que tienen delante pero también mover la cámara para ver qué hay a los lados, detrás, con simples clics de mouse.
Eso son fotos estáticas, y es un buen ejemplo de la generación de fotos que está llegado y que despegará en los próximos meses y años: las fotos en 360 grados. Ya empieza a haber páginas que las recopilan y desde el ordenador se pueden disfrutar desde románticas cenas a paisajes turísticos. El punto de partida es siempre un punto fijo, y alrededor del cual «gira» toda la escena, en una sensación mucho más envolvente. Mejor que la fotografía fija, ¿verdad?
De las fotos a los vídeos
Pues eso no es todo, pues tras las fotografías en 360 grados han llegado los vídeos en 360 grados. La base es la misma que las fotografías: un punto fijo desde el cual se registran las imágenes, en este caso en movimiento. Pongamos un ejemplo: la grabación de un concierto.
En un vídeo tradicional, veríamos sólo el grupo de música actuando en el escenario. Con el mismo vídeo en 360 grados, el usuario puede ver la actuación en el escenario pero también girar la cámara y ver qué hace el público alrededor del mismo.
El auge de este tipo de contenidos es gigantesco, tanto así, que plataformas como Youtube o Facebook ya están apostando a lo grande por los vídeos en 360 grados. Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, aseguró que un millón de personas ven ya contenidos en 360 grados en Facebook al día. “La comunidad ama los vídeos 360 grados. En poco tiempo podremos mostrar a todo el mundo, nuestra familia, amigos, lo que estamos viendo, la realidad de lo que estamos viendo, en vivo”, pronosticó.
[wm_video src=»https://youtu.be/g6w6xkQeSHg» poster=»» autoplay=»0″ loop=»0″ class=»» /]
¿Se equivoca Zuckerberg? A tenor de la apuesta de la industria por este tipo de contenidos, no parece estar muy lejos de la realidad: muchas empresas han lanzado ya o lanzarán en los próximos meses sus cámaras que toman fotos y graban vídeos en 360 grados. ¿Cómo funcionan? En vez de una lente, tienen al menos dos (una en cada lado de la cámara), para así formar una imagen conjunta de todo lo que pasa alrededor de la cámara.
Fuente: MediaTrends